Me apetecía hacer un postre pero que fuese ligero, no tan pesado como un pastel, y no tenía mucho tiempo así que necesitaba algo fácil de hacer, rápido, fresco y sobretodo buenisimo como no, abrí la nevera y con lo que encontré se me ocurró hacer este hojaldre de frutas pequeñito, y fácil de digerir, Este postre admite muchas variedades, podeis poner la fruta que más os guste y cambiar el sabor de vainilla por el de chocolate por ejemplo, y el tamaño dependerá de lo grande que sea la lámina de hojaldre, la cual se puede comprar hecha, dificultad 0 resultado 10. Normalmente es un postre que gusta a todo el mundo sobretodo en verano por el toque fresco de la fruta.
Ingredientes:
- una lámina de hojaldre
- una natilla de vainilla
- un huevo
- fruta variada al gusto
- 2 láminas de gelatina neutra
- Estirar la lámina de hojaldre con la ayuda de un rodillo.
- Doblar los bordes de cada lado un centímetro.
- Batir el huevo y pintar con la ayuda de un pincel los bordes ( IMPORTANTE: solo los bordes )
- Con un tenedor pinchar el hojaldre ( SIN PINCHAR LOS BORDES )
- Hornear a 180º unos 20 minutos o hasta que esté doradito y dejar enfriar.
- Una vez frío rellenar con la natilla.
- Cortar la fruta en rodajas o gajos dependiendo de la fruta, yo en este caso he utilizado plátanos, kiwwi y melocotón y por los bordes `frambuesas.
- Sumergir las láminas de gelatina en agua 5 minutos para hidratarlas, escurrirlas y disolver en un poco de agua caliente con la ayuda de un tenedos, cuando se vaya espesando, repartir por encima de la fruta y dejar un par de horas en la nevera para que cuaje.
- Listo para degustar.